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Bosque de Solum Donas

Exposición Permanente


La Colección Solum Donas incluye más de 300 esculturas en madera, preservadas en la nave conocida como El Troyano, conformando el Bosque de Solum Donas, un bosque monumental donde la materia viva se convierte en lenguaje. Las piezas, talladas en ciprés, lapacho, algarrobo, urunday y otras maderas locales y foráneas, se despliegan como un territorio sensorial y simbólico.

Cada ejemplar revela su carácter propio: vetas que serpentean, contrastes de color y densidad, formas que evocan lo orgánico y lo abstracto. El visitante se adentra en un entorno sin caminos preestablecidos, calibrando sus pasos entre esculturas que parecen brotar del suelo o elevarse con nuevas perspectivas.

La experiencia propone una exploración libre y lúdica: cada quien traza su propio recorrido, alternando la contemplación pausada con el impulso de descubrir. En cada ángulo, una sorpresa; en cada textura, una historia.

Solum Donas (1939 – 2018)

Montevideo, Uruguay – San José, Costa Rica

Médico de formación y escultor por vocación, Solum Donas exploró la madera como materia viva y como territorio plástico. Su trabajo no busca representar, sino revelar: transformar vetas, densidades y tonalidades en signos escultóricos.

Radicado en Costa Rica desde 1973, desarrolló una obra que combina el rigor científico con una profunda sensibilidad artística. Tallar, cortar, ensamblar o pulir se convirtió para él en un modo de pensar con las manos: un diálogo constante entre materia y forma, entre naturaleza y artificio.

A lo largo de más de tres décadas, expandió su investigación hacia el hierro, la resina y la fotografía, consolidando un corpus escultórico que dialoga con el espacio, la luz y el paisaje.


La Experiencia del Bosque

La Colección Solum Donas, hoy preservada en Rivera (Uruguay), se despliega como un parque escultórico y una sala de exposición expandida. Cada escultura encarna las cualidades singulares de la especie de la que proviene: la dureza o la fragilidad, los contrastes que se intensifican con la luz, los volúmenes que sugieren siluetas naturales o geometrías puras.

El recorrido no sigue un camino lineal. Invita a perderse, detenerse, rodear, descubrir. Las variaciones de escala y perspectiva multiplican las lecturas posibles, haciendo del espacio una experiencia activa donde cada visitante construye su propio itinerario y vínculo con las piezas.


Un legado vivo

En la Colección Solum Donas, la madera se revela en toda su riqueza sensorial: calidez, textura, densidad, sonido. Cada escultura invita a establecer conexiones personales entre forma, materia y memoria, proyectando la obra de Donas como un legado en permanente resonancia.

“La madera no es solo soporte: es presencia, lenguaje y respiración.” 

— Solum Donas